Es peligroso asomarse al exterior, así rezaban unos carteles posicionados encima de las ventanas de los viejos trenes de pasajeros. Hoy las ventanas no se pueden abrir y el peligro inminente ha desaparecido, pero nos acechan riesgos matizados por la velocidad de los trenes y unos cristales tintados que deforman la realidad.
Las situaciones se suceden como fotogramas que están superpuestos o pasan tan rápido que no nos dejan percibir y reflexionar sobre las noticias y hechos que se están produciendo. A continuación expondré varios casos ilustrativos:
Ayer se presentarón los presupuestos generales del Estado, se trata de unos presupuestos austeros y medidos. Podemos discutir sobre la conveniencia de aplicar políticas restrictivas en el gasto o la necesidad de incidir en la economía a través de unas políticas fiscales activas, pero este asunto lo dejamos para otro momento. Hoy nos vamos a dedicar a examinar la importancia que tiene enviar señales claras a los actores que actúan en el mercado sobre qué modelo de desarrollo queremos alcanzar y qué papel y contribución debemos hacer cada uno de nosotros. Y en este punto nos encontramos con un enorme dilema cuando comprobamos que en España por tercera vez desde que se reinstauro la democracia se aplica una amnistía fiscal a defraudadores y delincuentes. Desde hoy pueden aflorar su dinero negro sin importar su procedencia. Seguramente reciban un trato privilegiado: por favor, pase Ud. y acomódese. Sr/ Sra cuánto dinero trae en el maletín?? Quiere Ud. tomar algo??…..El resto de los ciudadanos apelaremos al artículo 31 de la constitución española y recibiremos un trato nada similar: Ya están los de los derechos, parece que la constitución es sólo suya dirá un Sr o Sra en una habitación impersonal forrada de madera, moqueta en el suelo y un conjunto de libros que hacen una función meramente decorativa. Si por ellos fuese, qué iba a ser de este país…..se lamenta.
Los defraudadores, estos ejemplares ciudadanos, van a pagar un 10% sobre las cantidades declaradas sin ningún tipo de sanción. Los trabajadores por cuenta ajena vemos mensualmente como el Estado se queda con una parte de nuestro sueldo y además la empresa paga en torno al 31% de nuestro salario bruto a la seguridad social. Mientras asistimos atónitos a un proceso de deterioro de los servicios públicos y esto si es un verdadero riesgo para el mantenimiento del Estado de bienestar, que siempre ha estado sustentado por las clases medias. Si estas ven que se premia a los delincuentes y que los servicios públicos dejan de ser universales se rompe el contrato social. Esas clases medias se empezarán a plantear el pago de impuestos si tienen que acudir a un seguro privado porque cada vez que tienen un problema de salud le dan cita con el especialista 4 meses después, o si la enseñanza pública pierde calidad. Lo que realmente ha sustentado el Estado de bienestar hasta hoy es que los servicios públicos estaban siendo disfrutados por todos. La señal que se envía a la ciudadanía con este tipo de medidas como la amnistía fiscal es muy negativa para ese sistema de convivencia social. Que los servicios públicos como educación y sanidad no funcionen correctamente afecta a la movilidad social, que impacta directamente en la igualdad de oportunidades y que se traduce en marginalidad, desigualdad, delincuencia y ruptura social.
Otro aspecto relevante en relación al modelo de desarrollo que queremos es donde se está incentivando la actividad económica. No sabemos qué idea tiene al respecto el actual Gobierno pero con medidas como una posible modificación de la Ley del Suelo, de la Ley de Costas y el incentivo fiscal para compra de la vivienda mucho me temo que volvemos a recurrir al resorte de la construcción y promoción inmobiliaria, efectivo en el corto plazo para generar empleo `pero tremendamente dañino en el medio plazo como se ha podido comprobar a través de las tres últimas crisis vividas en España. Parece que no hemos aprendido mucho de los errores del pasado, aunque en esta ocasión la falta de crédito y el gran stock de viviendas no lo van a poner tan fácil.
Por último, la reforma del sistema financiero. Es indudable que nuestro sistema financiero necesita recapitalizarse y equilibrar, entre otros asuntos, sus desajustes de liquidez. Sin embargo no conocemos las consecuencias que va a tener esa profunda reforma que se está traduciendo en un mapa de entidades con cuatro grandes jugadores: BBVA, Santander, Bankia y Caixabank. Hay que hacer una reforma del sistema financiero, de acuerdo. Pero el sistema financiero es mucho más que el sistema bancario, esta el supervisor, el regulador… Qué ha hecho el supervisor para evitar el recalentamiento de la economía española, el sobreendeudamiento de las familias y empresas, la mala gestión de riesgos por parte de un buen número de entidades, la burbuja inmiobiliaria provocada por el destino de una parte importante de los ahorros de los españoles hacia ese sector…..¿No se deberían exigir responsabilidades a aquellos que no las ejercieron en su momento y poner las bases para que esto no vuelva a suceder??
Mientras tanto, esta concentración puede culminar en un proceso oligopolista que perjudique al consumidor y en un desequilibrioregional y menor bancarización en el país. España es uno de los países más bancarizados del mundo, las cajas y cooperativas destinan gran parte del dinero que captan de los depósitos a actividades productivas o familias en la misma provincia. Qué sucederá a partir de ahora con aquellas oficinas que no cumplan un umbral de rentabilidad, y con los ahorros que se capten en provincias deprimidas y con alto nivel de desempleo?? Se invertirán esos recursos en esas provincias o se destinarán a otros mercados, en algunos casos internacionales, que sean objetivamente más rentables y con menor riesgo???
Es necesario asomarse para ver la realidad.