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Hay que mejorar las prácticas de divulgación de información no financiera

Un nuevo informe, “Falling short?” publicado por Climate Disclosure Standard Board’s (CDSB), revela que las prácticas actuales de presentación de información no financiera en relación con el medioambiente no estarían cumpliendo los objetivos del Acuerdo Verde Europeo y el objetivo de neutralidad climática para 2050.

CDSB ha analizado la información medioambiental de 2019 que publican las 50 principales compañías que cotizan en bolsas europeas con una capitalización conjunta de 4,3 billones de dólares. El análisis está basado en los informes de medioambiente y de cambio climático que emiten las compañías de acuerdo con la Directiva de información no financiera y las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre información financiera relacionada con el clima, (TCFD, por sus siglas en inglés).

El estudio destaca que un 78% de las empresas analizadas no informa adecuadamente sobre los riesgos ambientales y climáticos a pesar de ser un aspecto fundamental recogido por la Directiva de Información no financiera y por el TCFD.

Las conclusiones del estudio “Falling short’” se encuentran en línea con el informe «La Responsabilidad Social Corporativa en las memorias anuales del IBEX 35«del Observatorio de RSC y que ha sido presentado a principios de mayo. Este informe analiza la calidad de la información reportada por las empresas del IBEX 35 en el ejercicio 2018 en los ámbitos de buen gobierno, corrupción, fiscalidad, derechos humanos, derechos laborales, medioambiente y clientes y consumidores. El estudio además pone el foco en el impacto que la Ley 11/2018 de información no financiera y diversidad ha tenido en el reporte de estas empresas.

El estudio del Observatorio de RSC, en la parte dedicada a medioambiente, también pone de relieve que sólo 18 de las 35 empresas hacen referencia a algún tipo de riesgo medioambiental, pero en la mayoría de los casos se trata de una descripción genérica sin señalar metodologías ni procedimientos de identificación. Además, solo 1 empresa de las 35 informa de riesgos por operaciones y ninguna empresa desglosa los riesgos por países en los que tiene actividad.

Ambos estudios concluyen que a pesar de que se aprecia evolución en la calidad de la información no financiera, ésta aún no se puede considerar que sea un ejercicio de rendición de cuentas al no estar cumpliendo con los requisitos de la Directiva de información no financiera ni con la Ley 11/2018 (en el caso de España). En concreto en el estudio del Observatorio de RSC se destaca que al no establecer la ley la metodología de presentación de esa información, la empresa, en la mayoría de los casos, se limita a una descripción genérica sin aportar, datos cuantitativos que mejoren la calidad de la información.  La información no resulta homogénea entre el conjunto de empresas analizadas al variar mucho el grado de detalle y por la utilización de indicadores y metodologías dispares que no cumplen, en muchos casos, con los criterios de comparabilidad, materialidad, relevancia y fiabilidad que exige la ley.