Solo 19 de las empresas analizadas han disminuido sus emisiones directas en 2019.
Los impactos sobre la biodiversidad y la calidad del aire son obviados por una gran mayoría de las empresas del IBEX 35.
El Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa presentó este miércoles el capítulo de Medioambiente de su informe anual “La información sobre Responsabilidad Social Corporativa en las empresas del IBEX 35”, referente a 2019.
En el informe se aprecia un avance de la información publicada por las empresas en materia medioambiental, pero con carencias importantes en la información sobre economía circular, calidad del aire y biodiversidad. La puntuación global ha mejorado levemente con respecto al ejercicio anterior, pasando de 37,08 a 41,28 puntos sobre 100.
Las consecuencias del cambio climático y la pérdida de biodiversidad están entre los principales riesgos para la economía mundial a largo plazo. Diversos organismos internacionales (IPCC, IPBES, IRP y PNUMA), llevan años avisando de la importante pérdida de biodiversidad y de los impactos del cambio climático como consecuencia de nuestro sistema de producción y de consumo.
La Unión Europea y España han puesto en marcha diferentes iniciativas para ir hacia una transición ecológica del sistema productivo, en las que se señala el papel fundamental de la empresa. Para alcanzar la transición ecológica es preciso que las empresas gestionen sus procesos y actividades más allá del riesgo de reputación y el posible impacto ambiental, hacia la implantación de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, alcanzar la “circularidad máxima” de sus procesos y conservar la calidad de los ecosistemas, la biodiversidad y el capital natural.
Tímidos avances hacia una economía baja en carbono
El análisis constata que el cambio climático es el aspecto ambiental del que más se hacen eco las empresas del IBEX 35, pues todas declaran compromisos con la lucha contra el cambio climático, bien sea por demanda social o por convencimiento propio. Sin embargo, los datos a nivel operativo indican que aún se está lejos de una economía baja en carbono. Es notable la falta de planificación a largo plazo en línea con los objetivos de la UE. Tan solo 10 empresas del IBEX 35 presentan una estrategia de adaptación al cambio climático.
Tampoco la información sobre huella de carbono indica avances significativos en la lucha contra el cambio climático en las empresas del IBEX 35. 34 empresas informan de sus emisiones directas (alcance 1) e indirectas por consumo eléctrico (alcance 2), pero tan solo se aprecia una evolución positiva en alcance 1 en 19 de las empresas analizadas, siendo un avance insuficiente para alcanzar los objetivos marcados.
“Mantener el actual status quo mientras se anhela un ficticio «balance cero neto» a base de compensaciones de emisiones o compra de certificados verdes es hacer trampas al clima. En la nueva retórica empresarial sobra mucho greenwashing y falta más compromiso por reducir las emisiones brutas y abordar la transformación del modelo económico”, dice Miguel Ángel Soto, responsable de las campañas de Bosques y Empresas y DDHH de Greenpeace y que ha participado en acto.
Otras preocupaciones ambientales que suponen riesgos elevados con consecuencias económicas, sociales y ambientales graves, son los aspectos más olvidados en los informes de gestión de las empresas del IBEX 35: la pérdida de biodiversidad, el uso de recursos y los riesgos para la salud y el bienestar provocado por la mala calidad del aire en las ciudades.
Incoherencias en la información sobre biodiversidad
Todas las empresas, a través de sus operaciones y cadenas de suministro, impactan directamente en la biodiversidad. Más allá de las empresas que tienen en la biodiversidad su materia prima, las empresas necesitan de los servicios que brinda la biodiversidad, como suelos, agua dulce limpia o disponibilidad de polinizadores para cultivos agrícolas.
El informe detecta incoherencias en la información de algunas empresas pues mientras la política ambiental identifica su impacto sobre la biodiversidad, este aspecto está obviado en el estado de información no financiera (EINF). O que el concepto de materialidad sea un recurso utilizado por la empresa para evitar informar de aspectos de significativo impacto sobre la salud de los ecosistemas y de las personas. Este caso es generalizado en el sector financiero, pues ninguna de las empresas indica responsabilidad en este aspecto, aunque paradójicamente todas indican haber suscrito los Principios de Ecuador.
Igualmente es preocupante que muchas de las verificaciones realizadas por terceros obvien esta circunstancia en sus informes, dando por válida la información del EINF y su adecuación a los requerimientos de la Ley 11/2018 de información no financiera.
Tan solo 19 empresas del IBEX 35 presentan una política específica en materia de biodiversidad e identifican los principales riesgos que su actividad puede tener sobre la biodiversidad. De estas, 15 presentan un plan de acción con objetivos cuantificables.
Calidad del aire y economía circular
Mientras que la información de emisiones de cambio climático es amplia en los EINF, sin embargo, otras emisiones contaminantes a la atmósfera incluyendo el ruido, es puramente anecdótico. Solo 18 empresas del IBEX 35 informan sobre sus emisiones de NOx, 14 sobre sus emisiones de SOx y tan solo 8 sobre sus emisiones de PM (contaminación por partículas).
Por otro lado, 24 empresas presentan un compromiso en materia de Economía Circular, habiendo suscrito muchas de ellas el Pacto por la Economía Circular del Ministerio de Transición Ecológica. Sin embargo, solo 8 empresas del IBEX 35 realizan análisis de ciclo de vida de su producto o servicio según normas ISO y tan solo 3 empresas realizan análisis de la huella ambiental de la empresa.
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