Un nuevo informe publicado en septiembre de 2019 expone a la industria de las auditorías sociales y concluye que opera como herramienta de responsabilidad social corporativa (RSE) para proteger la reputación de la marca y los beneficios, a la vez que agrava los riesgos para los trabajadores de la industria de la confección.
El informe «Fig Leaf for Fashion: How social auditing protects brands and fails workers«, de Clean Clothes Campaign, ofrece un extenso análisis de la industria de la auditoría controlada por las empresas, conectando los puntos entre las más conocidas iniciativas de cumplimiento social impulsadas por las empresas, como Social Accountability International, WRAP, la FLA y amfori BSCI, y las mayores firmas de auditoría controladas por las empresas.
La evidencia presentada a lo largo del informe muestra claramente cómo la industria de auditoría social ha fracasado espectacularmente en su misión de proteger la seguridad de los trabajadores y mejorar las condiciones de trabajo. En cambio, ha protegido la imagen y la reputación de las marcas y sus modelos de negocio, a la vez que se interpone en el camino hacia modelos más eficaces que incluyen transparencia obligatoria y compromisos vinculantes de remediación.
El informe ofrece ejemplos flagrantes de negligencia empresarial a través de ejemplos de casos de la última década, incluyendo el incendio de la fábrica de Ali Enterprises en Pakistán en septiembre de 2012, en el que murieron más de 250 trabajadores, incapaces de escapar debido a las rejas en las salidas y ventanas; el devastador derrumbe del edificio de Rana Plaza en Bangladesh en abril de 2013, que causó la muerte de 1.134 trabajadores y dejó a miles más heridos y traumatizados; y la explosión de la caldera en julio de 2017 en la fábrica de Multifabs en Bangladesh, en la que murieron y resultaron heridos docenas de trabajadores.
Cada una de estas fábricas ha sido evaluada y declarada segura por varias de las empresas de auditoría existentes, incluyendo TÜV Rheinland, Bureau Veritas y RINA, utilizando el estándar, la metodología y la orientación de iniciativas de cumplimiento líderes como amfori BSCI y SAI. En los casos de Ali Enterprises y Rana Plaza, los auditores acreditados habían considerado que estas instalaciones eran seguras unas semanas o meses antes de que fueran reducidas a ruinas. En cuanto a Ali Enterprises, esta evaluación fue realizada por auditores que, según se informa, ni siquiera visitaron el edificio.