El Observatorio de RSC ha participado en la reciente convocatoria pública del EFRAG (Grupo Consultivo Europeo en Información Financiera) para recabar opiniones sobre la revisión del primer set de las Normas Europeas de Información sobre Sostenibilidad (NEIS).
Según EFRAG, el objetivo es recopilar aportaciones orientadas a proporcionar “asesoramiento técnico para la adopción de un acto delegado que revise y simplifique las normas existentes”. Esta iniciativa responde al mandato recibido de la Comisión Europea el 27 de marzo de 2025, tras la publicación de las propuestas ómnibus el 26 de febrero de 2025; y está previsto que este asesoramiento técnico se entregue a la Comisión Europea antes del 31 de octubre de 2025.
Entre las principales recomendaciones realizadas por el Observatorio de RSC, cabe destacar:
En primer lugar, destaca el balance general positivo de las NEIS en cuanto a su impacto sobre la calidad de la información sobre sostenibilidad divulgada por grandes empresas, tanto en contenido como en estructura. Basadas en la doble materialidad, las normas ofrecen un marco flexible adaptado a cada organización. Aunque queda un amplio margen de mejora, se han logrado avances significativos en el proceso de adaptación a esta normativa, incluso antes de su entrada en vigor, como demuestran los últimos análisis anuales de las empresas del Ibex 35 realizados por el Observatorio de RSC.
En cuanto a la materialidad, se recomienda principalmente aportar más claridad sobre el modo de reportar el proceso de análisis de doble materialidad (criterios, metodologías, resultados, etc), exigir explicaciones mínimas en caso de omisiones de temáticas significativas e incluir mayor orientación sobre el modo de reportar la participación de las partes interesadas.
Respecto a la información narrativa, se considera que la eventual reducción de puntos de datos no debe conllevar la eliminación generalizada de divulgaciones narrativas. Ciertos tipos de información —como el contenido de políticas, procedimientos internos o dinámicas de gobernanza— son intrínsecamente cualitativos y no pueden traducirse de manera significativa en indicadores numéricos.
En referencia a la información cuantitativa, la prioridad es mejorar la desagregación de datos y la claridad a la hora de reportar determinados indicadores clave, como las emisiones de GEI o los salarios adecuados. Se pide continuar en los esfuerzos para alinear mejor los requerimientos NEIS con otras normativas europeas (Taxonomía, CSDDD) y estándares internacionales (TFND, ISSB, GRI), evitando duplicidades regulatorias y favoreciendo la interoperabilidad.
A modo de conclusión, se plantea que, si bien puede existir cierto margen para la simplificación en aspectos concretos, esta no puede plantearse como una enmienda a la totalidad de las Normas, ni lograrse a costa de la reducción de la coherencia interna y comparabilidad de la información; dado que estos son los objetivos fundamentales de la CSRD y el Reglamento NEIS (primer set).
En este sentido, y en un contexto de cuestionamiento de las normas de sostenibilidad en la UE en torno a la propuesta de ómnibus, desde el Observatorio de RSC abogamos por mantener la integridad de las NEIS como herramienta útil para los grupos de interés y las propias empresas.
