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Sobre las Nuevas Normas Europeas de Información sobre Sostenibilidad

El pasado 22 de diciembre se publicó el Reglamento Delegado (UE) 2023/2772 de la Comisión, de 31 de julio de 2023, por el que se completa la Directiva 2013/34/UE del Parlamento Europeo y del Consejo en lo que respecta a las normas de presentación de información sobre sostenibilidad. Un Reglamento que supone un paso hacia una mayor comparabilidad y exhaustividad en la presentación de información no financiera, pero que sigue presentando ciertas lagunas que pueden comprometer su eficacia.

Dicho Reglamento será aplicable desde el 1 de enero de 2024, y contiene las Normas Europeas de Información sobre Sostenibilidad (NEIS), desarrolladas por EFRAG y cuyo objetivo principal “es especificar la información sobre sostenibilidad que una empresa debe divulgar de conformidad con la Directiva 2013/34/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, modificada por la Directiva (UE) 2022/2464 del Parlamento Europeo y del Consejo”. Estas Normas incluyen estándares transversales, temáticos y sectoriales, que deberían cubrir de manera satisfactoria “las incidencias, riesgos y oportunidades de importancia relativa en relación con cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza”.

Este desarrollo reglamentario, largamente demandado por la sociedad civil europea, constituye un avance en términos conceptuales, puesto que aporta referentes para abordar la presentación y verificación de la información no financiera de modo más exhaustivo y confiable. Nuestros análisis anuales de la información no financiera de las empresas del Ibex 35 muestra que el impacto de la regulación, desde la entrada en vigor de la Ley 11/2018 (transposición de la anterior Directiva Europea), ha sido moderado, y que los Estados de Información No Financiera de las grandes empresas españolas siguen arrastrando numerosas limitaciones ligadas a la voluntariedad y la indefinición de los criterios de reporte.

De manera complementaria al Reglamento, se han desarrollado recientemente otros recursos que contribuyen a este objetivo: este es el caso del extenso listado de datapoints o Requisitos Mínimos de Divulgación presentados en noviembre por EFRAG , junto a su respectiva Guía de implementación. Esta herramienta contiene información sobre los indicadores asociados a las diversas NEIS, incluyendo datos como su obligatoriedad, el tipo de indicador, las magnitudes de referencia, etc. En el mismo sentido, la colaboración entre y GRI-EFRAG ha dado lugar a la Guía de interoperabilidad que muestra las correspondencias entre ambos conjuntos de estándares , presentada a comienzos de diciembre.

No obstante, como reflejamos en nuestro participación en la Consulta Pública realizada en julio de 2023, la introducción de una mayor discrecionalidad a la hora de determinar la materialidad de los diferentes indicadores puede mermar de manera decisiva la eficacia de la nueva regulación respecto a su objetivo original: equiparar la relevancia, rigurosidad, exhaustividad y control que se espera de la información financiera y no financiera; por su parte, la introducción de excepciones temporales o “moratorias” respecto al reporte de diferentes cuestiones puede mermar la capacidad de registrar cambios en el corto plazo respecto a cuestiones clave como los compromisos respecto al clima o los derechos humanos. Dichas advertencias, compartida por numerosas organizaciones de la sociedad civil europea que participaron la mencionada consulta, no parecen haber sido escuchada por las instituciones comunitarias, de modo que las Normas podrían no tener el impacto deseado.

El Reglamento incluye en la actualidad las Normas sobre requisitos generales e información general (NEIS 1-2), Normas sobre medioambiente (NEIS E1-E5), sobre aspectos sociales y laborales (NEIS S1-S4) y sobre conducta empresarial (NEIS G1); y se espera que durante 2024 se avance de manera decisiva en ámbitos las orientaciones sectoriales, criterios de clasificación sectorial y las Normas para los primeros sectores (Petróleo y Gas y Minería, Canteras y Carbón) Por lo tanto, se prevé que, al igual que 2023, 2024 sea un año clave en la regulación de la información no financiera.

En este punto, desde el Observatorio RSC, queremos instar una vez más a que las instituciones europeas corrijan las deficiencias registradas en el proceso actual, así como respecto a los futuros estándares sectoriales. Asimismo, hacemos un llamamiento a las instituciones nacionales y representación española en la UE para que, en el ámbito de sus competencias, promuevan un desarrollo y transposición de esta regulación coherente con otras normativas relacionadas con la Responsabilidad Social Corporativa y la sostenibilidad de las actividades empresariales.