Es una de las pocas veces que ocurre que un tema es abrumadoramente veloz. Lo que se dice hoy de Bankia es distinto de lo de ayer y posiblemente lo sea de lo que se diga esta tarde. Es distinto y más grave. Los datos aparecen a cuenta gotas y caen con la velocidad preocupante como caen las gotas de la alimentación parenteral. El paciente está grave y su gravedad solo la saben los técnicos porque la sociedad no puede enterarse de toda la realidad. ¿Estará la sociedad inmadura o serán los técnicos y políticos los inmaduros? ¿Cual es el agujero de Bankia? Seguro que lo sabremos, pero se ignora cuándo. Es, en sí mismo, el ejemplo indiscutible de la opacidad de nuestro sistema político, más allá del financiero. ¿Por qué se trata al ciudadano como un niño al que no se le cuenta todo, pero se abusa de él pidiéndole sus ahorros?
No es un ciudadano desinteresado en el problema, es el ahorrador, quien creyó en el mecanismo de Caja Madrid (o Bancaja) y puso sus ahorros. Es a él a quien le ocultan los datos. Lo que, además de opaco es inmoral. Hablar en este tema de RSE es errar, pues estamos en las antípodas. Caja Madrid decide, con el hombre estrella de la economía del PP (Sr. Rato), crear el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), el 3 de diciembre de 2010, y comienza a operar el 1 de enero de 2011, uniéndose con siete cajas de ahorros (52,06% Caja Madrid; 37,70% Bancaja; 2,45% La Caja de Canarias; 2,33% Caja de Ávila; 2,11% Caixa Laietana; 2,01% Caja Segovia y 1,34% Caja Rioja). Fue el ejemplo de “fusión fría”, poniendo en común la actividad bancaria pero conservando la personalidad jurídica de cada caja. Se trasladó a BFA todo, tanto lo tóxico como lo sano. BFA mantiene la titularidad de una serie de activos y pasivos como el suelo adjudicado, la financiación de suelos en situación dudosa y subestándar, algunas participaciones societarias, las participaciones preferentes suscritas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y determinadas emisiones de instrumentos financieros.
BFA fue, tan solo, una excusa para entrar en el camino de la privatización, y el 5 de abril de 2011 (tan solo tres meses después) el Consejo de Administración y la Junta Universal de BFA acordaron un “proyecto de segregación” por el cual transmiten a Bankia todo el negocio bancario, las participaciones asociadas al negocio financiero y el resto de activos y pasivos que BFA ha recibido de las Cajas. Es Bankia la depositaria de los activos malolientes. BFA es propietario de Bankia en un 52% siendo el otro 48% trasladado a la bolsa para que, de nuevo, los pequeños ahorradores compren sus acciones. Y con ello se comienza a andar. Abril 2011, insisto, pues tan solo once meses después (mayo 2012) el olor a podrido no puede taparse y comienza a apestar a la sociedad. Se nos dijo que el Estado acudió en su ayuda y lo nacionalizó. Lo que es una nueva falsedad, pues las cajas ya eran públicas (dependiendo de los poderes locales o autonómicos, que también son Estado). BFA pasó de los poderes locales al estatal.
La podredumbre se destapa con un Informe de Auditoria que califica las cifras de las cajas que crearon BFA de engordadas ficticiamente. Las participaciones preferentes del FROB se convierten en acciones normales y el FROB es el nuevo propietario de BFA. El Sr. Rato se va (con gratificantes indemnizaciones) y viene el Sr. Goirigolzarri, que se llevó más de 60 millones de euros por dejar su actividad profesional en el sector financiero (BBVA). Después nos hablaron de que se necesitaba 7.000 millones más, luego fueron 13.000, más tarde 18.000, por último 23.500… Y? Todo ello en un mes. Rajoy dice que no se salvará con el erario público, pero el nuevo presidente de Bankia cuenta que no se devolverá el dinero que se reciba, pues es capital. Y cuando esas acciones tengan valor el Gobierno las puede vender. Eso nos lo cuentan, ahora, como la esperanza de que el erario recuperará (incluso ganando) lo invertido. Pero el BCE acaba de decir que no autoriza estas operaciones y el Gobernador del Banco de España dimite. Cual será la noticia de mañana (hoy es 30 de mayo). ¿Y los impositores que creyeron en Caja Madrid? ¿y la filosofía constitucional de Caja Madrid y Monte de Piedad, pretendiendo ayudar a las excluidos financieramente? ¿Y la credibilidad popular, que hasta ayer era sólida en las clases medio-bajas? ¿Y lo que era Caja Madrid, que ya no es? ¿Qué nos queda por saber? ¿Por qué todo es tan oscuro? Pero Rajoy dice el 22 de mayo de 2012 “Ya sabemos donde estamos, a partir de ahora vamos a empezar a construir”. ¿Quién se lo cree? Mientras, directivos de Bankia reclaman indemnizaciones (uno 14 millones, 7 millones otro). ¿No es esto un desastre? No nos merecíamos tanta calamidad!!!
